viernes, 23 de diciembre de 2011

La verdadera leyenda de Papá Noel

Cuenta la historia que Nicolás de Bari nació en el siglo IV en Patara, una ciudad del distrito de Licia, en lo que actualmente es Turquía, dentro de una familia rica y acomodada. Desde su niñez, Nicolás destacó por su bondad y generosidad con los más pobres, preocupándose siempre por el bien de los demás. Siendo todavía muy joven, el muchacho perdió a sus padres, presas de una epidemia de peste, y se convirtió en el heredero de una gran fortuna. A sus 19 años, Nicolás decidió dar toda su riqueza a los más necesitados y marcharse a Mira con su tío para dedicarse al sacerdocio.

Allí fue nombrado obispo y se convirtió en santo patrón de Turquía, Grecia y Rusia.
Además fue nombrado Patrono de los marineros porque, cuenta una historia que, estando alguno de ellos en medio de una terrible tempestad en alta mar y viéndose perdidos, comenzaron a rezar y a pedir a Dios la ayuda del santo, y las aguas se calmaron.
San Nicolás falleció el 6 de diciembre del año 345. Puesto que esa fecha está muy próxima a la Navidad, se decidió que este santo era la figura perfecta para repartir regalos y golosinas a los niños el DÍA DE NAVIDAD.
Desde el siglo VI, se empezaron a construir templos en su honor y en 1087 sus restos fueron llevados a Bari, en Italia.
Posteriormente, en el siglo XII, la tradición católica de San Nicolás creció por Europa, y hacia el siglo XVII emigrantes holandeses llevaron la costumbre a Estados Unidos, donde se suele dejar galletas o pasteles caseros y un vaso de leche a Santa Claus.
Por cierto, como curiosidad, el nombre Santa Claus se creó a raíz del nombre del santo en alemán, San Nikolaus.
El aspecto de San Nicolás de Bari era muy distinto al que se le atribuye hoy: tenía la complexión delgada y era de gran estatura. Y el hecho de que lo representen siempre con una bolsa y tenga la fama de repartidor de regalos se debe a que, en cierta ocasión, el santo tuvo conocimiento de que la hija de uno de sus vecinos iba a casarse y su padre no tenía dinero para la dote, por lo que decidió entregarle una bolsa con monedas de oro. Así, la boda pudo celebrarse y, desde entonces, cobró fuerza la costumbre de intercambiar regalos en Navidad.

Santa Claus, una imagen moderna

Aunque la leyenda de Papá Noel sea antigua y compleja, y proceda en gran parte de San Nicolás, la imagen familiar de Santa Claus con el trineo, los renos y las bolsas con regalos es una invención estadounidense. En 1823, el escritor inglés Clement Moore escribió el poema "Una visita de San Nicolás", imaginando que Papá Noel surcaba los cielos en un trineo llevado por, al menos, nueve renos - Rudolph, Donner, Blitcher, Cometa, Cupido, Brillante, Danzante, Centella y Zorro -, y no que repartía sus regalos a pie o montando en un caballo como se había aceptado hasta entonces.
A los norteamericanos también se les responsabiliza de la imagen actual de Papá Noel. En 1931, una conocida marca de refrescos encargó al caricaturista Thomas Nast que dibujara un Papá Noel humanizado y cuya imagen fuera más cercana a las personas para su campaña navideña. Así surgió el Papá Noel vestido de rojo, con cinturón y botas negras que permanece hasta hoy en el imaginario popular, - aunque San Nicolás haya vestido a Papá Noel de verde -.
Papá Noel con una niña en sus rodillas
A día de hoy, la historia cuenta que Papá Noel vive en el Polo Norte acompañado de la señora Noel y de un grupo de duendes que son los encargados de fabricar los juguetes que desean los niños de todo el mundo. Cuando llega la noche del 24 de diciembre, Papá Noel carga todos sus regalos en un saco y recorre el mundo dejando los regalos de los niños debajo del árbol de Navidad.

¡FELIZ NAVIDAD A TOD@S!

viernes, 16 de diciembre de 2011

LOS ALIMENTOS SANOS: BUENOS HÁBITOS ALIMENTICIOS

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recuerda, bajo el lema "mil ciudades, mil vidas", la necesidad de concienciar a las personas sobre la importancia de seguir hábitos de vida saludables para combatir posibles enfermedades u otros problemas de salud como la obesidad, la diabetes, y el cáncer. A medida que los niños crecen van adquiriendo hábitos que poco a poco se integran a sus vidas, y que acaban determinando más tarde o  temprano su estado de salud. 
Por esta razón, es deber de los padres hacer con que estos hábitos sean sanos desde el principio. Os invito a que este día hagamos un especial brindis por la salud, recordando algunos hábitos que deberíamos alimentarlos en nuestros hijos desde que sean muy pequeños: - Hacer ejercicios físicos o deportes - Jugar al aire libre y caminar - Evitar el sedentarismo (menos televisión, por ejemplo) - Ofrecer buena, variada y equilibrada alimentación -Beber agua y evitar bebidas gaseosas - No pasarse con los dulces y las frituras - Cuidar de la higiene del cuerpo y los dientes - Comer, siempre que sea posible, juntos y en la mesa - No excederse en las comidas Recordaros que los hábitos se deben adquirir de una forma positiva y a través del ejemplo. Así que, papás y mamás, no se olviden de dar el ejemplo a vuestros hijos. Nunca es tarde para empezar, haciendo cambios en vuestro estilo de vida.



viernes, 2 de diciembre de 2011

YA LLEGÓ..¡¡ LA NAVIDAD!!

Érase una vez, hace mucho tiempo, una isla en la que había un pueblecito. En ese pueblecito vivía una familia muy pobre. Cuando estaba próxima la Navidad, ellos no sabían como celebrarla sin dinero.
Entonces el padre de la familia empezó a preguntarse cómo podía ganar dinero para pasar la noche de Navidad compartiendo un pavo al horno con su familia, disfrutando de la velada junto al fuego.

El mejor regalo de Navidad

arbolito
Decidió que ganaría algo de dinero vendiendo árboles de navidad. Así, al día siguiente se levantó muy temprano y se fue a la montaña a cortar algunos pinos.
Subió a la montaña, cortó cinco pinos y los cargó en su carroza para venderlos en el mercado. Cuando sólo quedaban dos días para Navidad, todavía nadie le había comprado ninguno de los pinos.
Finalmente, decidió que puesta que nadie le iba a comprar los abetos, se los regalaría a aquellas personas más pobres que su familia. La gente se mostró muy agradecida ante el regalo.
La noche de Navidad, cuando regresó a su casa, el hombre recibió una gran sorpresa. Encima de la mesa había un pavo y al lado un arbolito pequeño.
Su esposa le explicó que alguien muy bondadoso había dejado eso en su puerta.
Aquella noche el hombre supo que ese regalo tenía que haber sido concedido por la buena obra que él había hecho regalando los abetos que cortó en la montaña.
FIN